Las ciudades son referentes de la competitividad de un país, constituyen un laboratorio diverso para el estudio de los problemas públicos y sus posibles soluciones. A pesar de que existe una extensa producción académica acerca del fenómeno urbano y sus problemas (p. e., desde la economía, la demografía, la arquitectura, la sociología, la historia, la antropología, el derecho y el urbanismo), la investigación sistemática del tema desde las perspectivas de la gestión, la gobernanza y las políticas públicas es aún escasa, puesto que estos enfoques se han centrado principalmente en los estudios municipales.
Tradicionalmente, el CIDE se ha concentrado en el estudio de las grandes políticas nacionales, aun cuando los grandes problemas del país suelen ser resultado de la agregación e interacción de problemas locales y regionales. En el mismo sentido, los problemas de implementación de las políticas nacionales con frecuencia ignoran la dinámica local como un factor fundamental para su éxito. Más allá de estas cuestiones, consideramos que la ciudad debe ser estudiada como un fenómeno complejo, en donde el municipio es un actor más y no necesariamente “la cabeza” de una urbe, la cual requiere sistemas de gestión y políticas públicas particulares.
Una cuestión fundamental para que la División de Administración Pública del CIDE pudiera definir su agenda de investigación sobre ciudades fue discutir lo que se pretende explicar acerca de las ciudades mexicanas. En tal sentido, la intención no es formular una teoría explicativa global sobre el funcionamiento de las ciudades. Es decir, no se intenta situar a las urbes como la variable dependiente a ser explicada a través de un conjunto de variables independientes. Por el contrario, es importante establecer una serie de líneas de investigación que permitan analizar las ciudades desde un enfoque interdisciplinario y construir una reflexión informada y analítica sobre los problemas a los que hacen frente estos territorios.
Por otra parte, aunque la construcción de nuestra perspectiva de análisis parte de un enfoque de gobernanza, gestión y políticas públicas para el estudio de diversos temas, el objetivo no es limitarse al análisis de las políticas existentes en las ciudades mexicanas —muchas de las cuales son más bien políticas de gobierno, antes que políticas públicas—, sino que el propósito es aportar planteamientos originales sobre los problemas públicos urbanos y sus alternativas de solución, así como una visión prospectiva sobre los temas que deberían incluirse en las agendas de los gobiernos urbanos en México. Así, consideramos que la agenda de investigación sobre el tema de ciudades debe centrarse en los problemas públicos urbanos, entendidos de tres formas diferentes.
En primer lugar, se encuentran los problemas que se asocian casi exclusivamente con el fenómeno urbano, por ejemplo, la movilidad y el transporte, la vivienda, el crecimiento de las ciudades, la contaminación del aire, la violencia en el espacio público, la inequidad socioespacial, etc. Por otra parte, hay problemas públicos que adquieren características particulares o una dimensión relevante cuando se presentan en las ciudades. Por ejemplo, el crimen es un problema generalizado, sin embargo, el tipo de crimen que se presenta en las ciudades es diferente, tanto en su organización como en los factores que facilitan su ocurrencia; la cobertura del servicio de agua potable es un problema común, pero, en las ciudades, la atención a la demanda de agua para uso consuntivo se vuelve un problema relevante, no sólo por la escasez del recurso, sino porque compite con otros usos igualmente significativos, en términos económicos y sociales; los problemas relacionados con la educación están también en todas partes, pero los regímenes educativos que se forman entre los actores escolares y otros agentes sociales tienen configuraciones distintas en los ámbitos urbanos, y producen resultados diferentes. Por último, la participación social adquiere rasgos totalmente diferentes en las ciudades, donde tiene distintos canales de manifestación, varios dispositivos de intermediación y consecuencias diversas.
Esta segunda forma de ver los problemas públicos los sitúa como la variable dependiente a explicar desde sus particularidades en los espacios urbanos. Es decir, el propósito de asumir este enfoque es profundizar en los rasgos y las consecuencias que dichos problemas adquieren cuando se presentan en las ciudades. La distinción es importante para evitar caer en un simple análisis territorial de problemas comunes: de lo que se trata es de estudiar y profundizar en la variación que generan las ciudades en tales problemas, con el fin de explorar alternativas de política adecuadas. En el mismo sentido, los problemas elegidos para el análisis tendrán que ser compartidos por al menos una parte de las ciudades del Sistema Urbano Nacional, i. e., deberán ser problemas urbanos y no problemas de una ciudad, en un sentido estrictamente territorial. De este modo, se facilitarán los estudios comparativos entre ciudades.
Esta visión centrada en problemas no discrimina por el tamaño de las ciudades, aunque el tamaño puede influir en la definición o la urgencia de atender ciertos problemas. Como consecuencia, no hay una magnitud de ciudad que sea de especial interés para esta agenda de investigación, sino que la influencia de su tamaño, si la hay, dependerá del problema que se decida abordar. Finalmente, la perspectiva de problemas permite una variedad de enfoques teóricos y metodologías para analizar los problemas que se elijan, entre las que se encuentran, por ejemplo, las perspectivas de la gestión y las políticas públicas, la Acción Colectiva Institucional, la gobernanza, las redes de política y los regímenes urbanos, entre otros enfoques.
Manlio Felipe Castillo Salas. Profesor Asociado de la División de Administración Pública. CIDE @MFelipeCastillo
Pavel Gómez Granados. Profesor Asociado de la División de Administración Pública. CIDE @pavelucho18